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Gestionar vínculos de confianza entre la organización y sus públicos.
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Aportar credibilidad a la compañía y a su negocio.
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Liderar la Comunicación, que construye a su vez relaciones con los medios, periodistas, clientes, etc.
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Influir en el cambio de opinión.
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Construir reputación.
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Crear una imagen positiva de la organización.
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Captar posibles tendencias tanto de Comunicación, como en la evolución del sector en el que opera la organización.
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Crear presencia.
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Mejorar la lealtad de marca. Branding.
Pues bien, este sector, está haciendo frente en los últimos años a la mayor revolución experimentada a lo largo de sus más de cien años de historia; revolución que viene dada por la la actual economía social en la que vivimos, propiciada por Internet. La aparición de los Social Media ha venido a cambiar el escenario en el que jugábamos los profesionales del sector, al igual que ha cambiado el escenario en el que los públicos se comunican, relacionan e intercambian información.
Reconocer e incluir esas potentes herramientas en las estrategias de Comunicación es hoy en día fundamental y su uso por parte de las empresas ya no es una alternativa, es una obligación. Además, cabe señalar que la verdadera diferencia radicará en el uso que se haga de ellas.