Redes y Cambios Sociales.

Es hora de que nos paremos a pensar seriamente las implicaciones económicas y sociales que el desarrollo de las Nuevas Tecnologías están teniendo. Hoy nos centraremos en éstos últimos, reconociendo que los cambios son inevitables, como lo han sido a lo largo de la historia de la humanidad. Aceptémoslo y tomemos las medidas necesarias para adaptarnos lo mejor posible. Ya sabéis: «…sobrevive quien mejor se adapta al cambio«.
Recogemos las palabras al respecto que publica esta semana Enrique Dans y que consideramos de gran interés:

En general, siempre he tendido a identificar los artículos de psicólogos que nos previenen sobre los terribles peligros de las redes sociales para nuestra juventud con aquellos que nos alertaban de las terribles y dolorosas muertes que el tren provocaría entre nosotros por las consecuencias del desplazamiento de los órganos internos derivadas de la velocidad. Ni el tren se detuvo, ni se detendrán las redes sociales. Como todo lo nuevo, las redes sociales conllevan cambios. Cambios en nuestra forma de relacionarnos, de vivir y de compartir. Alteraciones que algunos pueden identificar con relaciones de menor calado, desvalorizadas o incluso capaces de destruir la verdadera amistad. Modificaciones que alteran y alterarán nuestros hábitos, nuestras conductas, nuestra forma de hacer muchas cosas.

La introducción de algo nuevo conlleva sistemáticamente alteraciones en el equilibrio anterior a la misma. Es así de sencillo. Estudiar cómo nuestro cerebro se ve gratificado por ciclos de feedback inmediatos, cómo alteramos nuestro comportamiento contando un chiste en Twitter en lugar – o además – de hacerlo en el patio del colegio o cómo nos sentimos el centro del universo (¿de qué universo?) por ser portada de tal o cuál filtro social durante unos minutos es interesante, porque supone un avance en la forma de entender el nuevo panorama. Pero protestar sistemáticamente contra ese nuevo panorama o prevenir de los oscuros males que acarreará a nuestra juventud es tan eficaz como intentar detener un tren con una caja de palillos: no, el tren no va a detenerse.

Quienes intenten evitar los peligros de las redes sociales para la juventud manteniendo a sus hijos alejados de ellas estarán cometiendo un error, porque sus hijos crecerán privados del conocimiento y del saber hacer en una dimensión que sin duda va a ser, en el futuro, importante para ellos. Quienes eviten Facebook por el temor a que arruine sus relaciones, dejarán de desarrollarse en un entorno en el que sin duda tendrán cabida muchas de las interacciones de su vida y de las personas que le rodean. Quien renuncia a lo nuevo por el temor que le inspiran los cambios en lo antiguo suele cometer un error, porque generalmente este tipo de cosas no se detienen ni esperan por nadie, y de repente un día te das cuenta de que la sociedad ha ido adoptando lo nuevo, y que ahora el raro eres tú.
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