Comparto hoy mi alegría tras notificarme que he ganado el concurso que la Asociación de Fotógrafos Mio Cid celebró el pasado mes de mayo.

El tema fotográfico del concurso era: «largas exposiciones».

Presenté una imagen que tomé en el Embalse de la Cuerda del Pozo, Soria, pocos días antes de presentarme al concurso. La fotografía, la había hecho para uno de mis clientes, un alojamiento de turismo rural ubicado en un enclave maravilloso, junto al embalse.

Mi intención al hacerla era mostrar el relax, tranquilidad y la desconexión que se siente cuando llegas a la zona. Para ello, elegí un atardecer seminublado. Buscaba una «larga exposición» (concepto técnico referido al tiempo que permites entrar luz al sensor de la cámara fotográfica) para conseguir el «efecto seda» con el agua del embalse.
Esperé hasta que el sol practicamente se había puesto para tener la menor cantidad de luz posible y poder aplicar la suficiente exposición como para conseguir el «efecto seda» que buscaba sin quemar la foto.
Las líneas verticales de los troncos de los árboles y cómo se difuminaban en el agua era una imagen que tenía en la cabeza desde hacía tiempo. Quería esas líneas verticales reflejadas en el agua, sí o sí!!
Sin embargo, lo que más me maravilló una vez revelada la fotografía no fueron precisamente las líneas verticales sino la «perfecta» línea horizontal que separaba el agua del embalse con su misma orilla. Parece el filo de un cuchillo, tan sutil, tan afilada que  hasta llega a cortar.
Impresionante horizonte… y, por supuesto, separando 1/3 del resto del espacio horizontal. Ese era para mi parte del sentido de la composición fotográfica.
El peso de la nubes en la zona derecha superior compensa el conjunto de la zona izquierda, mientras que el punto y las finas hierbas terminan de equilibrar el área central de la imagen. Perfecta armonía.
Finalmente, la fotografía no llegué a utilizarla para fines publicitarios con mi cliente. Entrábamos en el buen tiempo de la primavera, la alegría de sus colores, sonrisas, felicidad… y, aunque la fotografía sí trasmite ese sosiego que buscaba, a su vez transmite frialdad y sobriedad… Nada que ver con las coloridas primaveras que pretendíamos vender. 
Por ello, decidí ponerle el título de: «Primavera helada». Parece como que el tiempo se ha congelado y, con ello, toda la naturaleza captada en ese mismo instante. 
Aquí la tenéis la foto ganadora que ya ha sido encargada para imprimirla en un megalienzo de 1,50×90 cm. Espero que os guste a vosotros también:

Nikon 7100
Nikkor 10-24mm
Iso 100
f18
30 seg
Manfrotto Befree 100% carbon fiber

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