ESTRATEGIA EMPRESARIAL + MODELOS ECONÓMICOS = EFICIENCIA ESTRATÉGICA

Dicen que interactuar con diferentes disciplinas mejora y fomenta la creatividad. En mi caso, esto de mezclar la economía con la estrategia empresarial no sé cómo va a resultar al final…jaja! Y es que ayer se me encendió la bombilla mientras asistía a la lectura de una tesis doctoral. En ella, recalcaron varias veces la necesidad de plantear hipótesis como método de resolución de los problemas económicos que nos puedan surgir. Algo que sabemos de sobra los economistas pero que, sin embargo, no lo había aplicado, por lo menos de una manera tan teórica, a los modelos de gestión empresarial. Os explico:

La diferencia con estrategias anteriormente definidas no reside en los objetivos finales, sino en el desarrollo de la misma. Consiste en dar un paso más y determinar el efecto que la variables independientes a nuestro modelo (factores externos a nuestra empresa que pueden contribuir a la mejora de resultados) tienen sobre las variables endógenas (los objetivos que nos planteamos: cuotas de mercado, volumen de facturación, fidelización de clientes….). Algo así como la aplicación de modelos econométricos que permitan cuantificar, no solo los resultados finales (que es lo que venimos haciendo hasta ahora) sino en qué medida cada variable independiente afecta a las dependientes en nuestro modelo empresarial.

Ya sé que no estoy descubriendo nada nuevo, pero lo cierto es que, por desconocimiento o por falta de tiempo, pocas veces ponemos en marcha estos modelos, sobre todo las Pymes.

Consideremos por tanto los objetivos empresariales, pero no establecidos en cuanto a resultados finales (por ejercicio o campaña), sino diseñemos modelos que relacionen las variables, con hipótesis que nos permitan determinar en qué medida la modificación de esas variables independientes afectan a factores relevantes de nuestra empresa. De esta manera, podremos plantear en sucesivos ejercicios campañas todavía más eficientes, invirtiendo en esos aspectos exógenos a nuestra empresa que sí mejoran cuantitativamente nuestros resultados.

Y no sólo eso. Si somos capaces de determinar la cuantía en la que influyen (que es lo relevante de todo esto), seremos capaces de optimizar nuestros objetivos empresariales a medio plazo.

Así, si antes nos centrábamos en la cuantificación final: 100.000 euros de facturación en el primer trimestre con el nuevo equipo comercial; o incremento del 5% de la cuota de mercado en 2015 con la campaña de publicidad de enero… Ahora, la diferencia radica en realizar más pasos intermedios antes de llegar a esos objetivos.

Por tanto, debemos determinar, primero, a qué variable endógena de mi empresa (fidelilzación, ventas, satisfacción del cliente, cuota de mercado….) va a afectar el incremento en una unidad monetaria de las variables exógenas en las que puedo invertir (número de papeleras en mis instalaciones, sonrisas de mi personal, número de trabajadores en recepción….) y, a su vez, cuantificar el retorno que esa unidad monetaria aporta a mi empresa a través de esas variables dependientes.

Por ejemplo: si pongo 20 papeleras más en las instalaciones de un alojamiento rural, a qué variables afectará directa o indirectamente (limpieza de la instalación, satisfacción del cliente, fidelización…). De todas ellas, determinar cuáles puedo cuantificar (fidelización). Y una vez que tenga planteado el modelo, lanzo la hipótesis: ¿cuál es el retorno de inversión por unidad de papelera instalada en mi empresa? Es decir, a qué variables afecta y en qué medida.

Sí, es cierto que resulta laborioso, sobre todo cuando hablamos de temas de cuantificación. Sin embargo, si somos capaces de definir estos modelos,el tiempo invertido en el mismo retornaría en forma de eficiencia empresarial a lo largo de los siguientes ejercicios…

En realidad vienen a ser los modelos estadísitcos que venimos aplicando en la Analítica Web que en tantas entradas hemos tratado en este blog. Lo único, que en éstos, los modelo ya están definidos. Solo tenemos que limitarnos a cuantificar a partir de las decisiones estratégicas online que vayamos tomando.

Si está demostrada su eficiencia (y puedo confirmarlo por experiencia propia), ¿por qué no hacerlo también en otras áreas de la empresa? Yo ya estoy pensando la manera de hacerlo de cara a nuevas estrategias de clientes para el 2015.Y es que el ejemplo de las «papeleras» que os comentaba antes no es un caso que haya cogido al azar…efectivamente corresponde a un caso real de uno de mis clientes!

Conclusión: relacionar diferentes disciplinas nos enriquece. Aunque no debemos desviarnos de nuestro fin último, siempre nos ayuda a mejorar nuestra creatividad al plantearnos nuevas formas de hacer las cosas. Y seguro que al final enriquecen a nuestras empresas.
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