Lanzar una «Start-up» es un trabajo de lo más satisfactorio. Sobre todo si triunfa!! Bromas a parte, no hay trabajo que más nos emocione en APR que aquel que implica el «desarrollo up to cero», es decir: crear una marca, bien para un producto o para una nueva empresa y lanzarla al mercado. Esto exige diseño, estrategia y control de la marca desde antes de nacer… todo un lujo!
Mi equipo se emociona cada vez que les confirmo un nuevo proyecto start-up. Especialmente los diseñadores, tanto gráficos como web cuya creatividad parte de cero, sin pautas gráficas iniciales, solo con una estrategia y un breafing marcado. Y los informáticos, que saben que podrán programar y desprogramar a su antojo, sin necesidad de estar condicionados por soportes, creatividades o lenguajes desfasados. Los fotógrafos, los gestores de contenidos, comerciales… Todos lo disfrutamos.
Y en concreto yo. Crear una marca para mi implica éxito asegurado tal y como confirman los proyectos desarrollados por mi equipo. Y esto es muy satisfactorio. Al igual que mis diseñadores saben que sus creatividades, diseños y maquetas serán las mejores si parten de cero, yo se que mis estrategias proporcionarán resultados si desde un principio puedo definirlas y controlarlas.
Es por ello por lo que más disfrutamos con este tipo de proyectos. No significa que cuando nos llega un restyling de marca o una redefinición de modelo de negocio no disfrutemos también, pues el reto es igualmente alto y complejo. Es solo que al crear todo un Universo desde cero, la marca la haces tuya, la disfrutas y, como no, te emociona siempre que triunfa.